Daños y revelaciones más allá de las edificaciones

El 13 de octubre de 2016, la  Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios publicó un informe evaluatorio de los daños dejados por el terremoto; según esta organización el evento adverso exacerbó factores preexistentes de vulnerabilidad social y económica en Esmeraldas y Manabí, las dos provincias más afectadas. Ya antes del evento, las provincias presentaban altos niveles de pobreza en 2014 y de ruralidad en 2010, tomando como fuente el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Sístesis.

Uno de los datos interesantes localizados: Desaparecidos: La agencia británica Reuters sitúa en 1.700 el número de personas en paradero desconocido. Entre ellas hay decenas de ciudadanos colombianos, según informa la agencia pública ecuatoriana Andes. En las últimas horas, los equipos de búsqueda y rescate han hallado con vida a cinco personas que permanecían entre los escombros de un centro comercial en la localidad ecuatoriana de Manta, según informa Europa Press.

En esta línea llama la atención una publicación periodística: Un informe de la Contraloría revela que con el préstamo que otorgó el BID para atender a los afectados se compraron bienes que no corresponden a una emergencia. Equipos y materiales quedaron embodegados o llegaron hasta tres meses después de la tragedia. Miles de alimentos permanecieron embodegados y algunos contenían productos cercanos a la fecha de caducidad. Acceda a la nota.

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